El proyecto de concurso para la Elementary School de la escuela JFK en Querétaro fue una contrapropuesta al proyecto que previamente se había ganado y construido en el predio vecino a éste nuevo concurso.

La nueva propuesta, por la naturaleza misma del usuario y las condiciones del sitio, sugería un proyecto más orgánico y más suelto en el paisaje.

Se hizo un levantamiento exhaustivo de los árboles existentes y se respetaba el 90 por ciento de los mismos, reforestando nuevas áreas. El esquema rodeaba árboles y se iba plantando en el terreno creando espacios donde los salones se posaban unos juntos  otros creando pequeños patios donde las actividades cognitivas y lúdicas podían ocurrir en el mismo lugar.